viernes, 11 de mayo de 2007

¿Hablamos el mismo español?

Recientemente se celebró en Colombia el Congreso Internacional de la Lengua Española y es un buen motivo para que toquemos el tema. Ya somos mas de 440 millones los que hablamos esta lengua, pero si tenemos la oportunidad de visitar algunos de los países de idioma hispano (son más de 20 países) nos damos cuenta que algunas palabras que utilizamos no existen o no las conocen en otros sitios. En cada país hispano en que he estado me percate que algunas palabras que se hablan en Venezuela, Colombia o España (países donde he vivido) no eran entendidas en esos lugares o peor aun tenían significados diferentes. Y fue a partir de ahí que toda interacción con algún hispanoparlante de otro país me hace sentir una especie de sustito por no ir a decir algo inconveniente.

A la hora del almuerzo si está en México no se le ocurra pedir un “pitillo” para pedir el instrumento que nos ayuda a sorber la bebida, allá se pide un “popote”, y si está en España solo lo entenderán si pide una “pajilla”. En el momento de ir al cine, en Venezuela pedimos “refresco y cotufas”, en Colombia “gaseosa y crispetas” y en España una “soda con palomitas de maíz”. Claro, antes hemos “aparcado el coche”, mientras que en Colombia hemos “parqueado el carro” y en Venezuela lo hemos “estacionado”.

En estos días se me ocurrió preguntar en una mueblería aquí en Medellín por el relleno de un puf que estaba en exhibición si era de“anime” y no me entendieron hasta que me enteré que se decía “icopor”. Si se tropieza con un argentino, uruguayo, chileno o peruano, ojala no le pase por la mente mencionar la palabra “concha” pues para ellos no es la corteza o cubierta hogar de los moluscos, sino que significa la parte exterior del aparato genital femenino, es decir, que con la concha se le mienta la progenitora a esta gente. Y si hablamos de “pollera” para muchos de nosotros puede ser el sitio donde se crían los pollos, para los panameños y argentinos se trata de la falda (atuendo femenino) y para los mejicanos puede referirse a la persona que transporta trabajadores indocumentados a los Estados Unidos.

Ni hablar de aquellas palabras que tienen doble sentido, o que se han puesto de moda por el léxico de los jóvenes, ese es un mundo aparte. Para no ir mas lejos en Colombia algo bueno es “chimbo”, en Venezuela algo de mala calidad es “chimbo”.

Solo me llama la atención que cada día estemos más interconectados, en un mundo globalizado que ha eliminado frontera física y hayamos creado un universo donde todos convivimos y todo es permitido en la virtualidad. Sin embargo, hemos podido conservar palabras compartidas solo por nuestros coterráneos y que hacen de nuestro idioma un mundo infinito por conocer.

1 comentario:

Zinnia dijo...

Gracias por el enlace a mi blog!! Está muy chévere el tuyo y muy interesante para entender a la ciudad... Un abrazo desde Caracas